
El orgullo no siempre grita.
A veces sonríe y dice: “yo estoy bien.”
Pero mientras lo dice, el alma se enfría.
Hoy, Dios nos recuerda que no vino a pulir lo viejo…
vino a reemplazar el corazón entero.
📖 Ezequiel 35 nos muestra cómo el resentimiento destruye desde dentro.
📖 Ezequiel 36 revela la promesa divina: un corazón nuevo.
📖 Y 1 Juan 3 nos enseña que amar no es sentir… es evidencia de transformación.
💭 “Dios no busca reparar tu viejo corazón, sino reemplazarlo con uno nuevo que sepa amar incluso cuando duele.”
Este episodio es un llamado a soltar el orgullo,
a rendirse sin miedo
y a dejar que el amor de Dios te reconstruya desde adentro.
✨ Si este mensaje toca tu vida, compártelo.
Porque cuando Dios cambia un corazón…
¡también transforma una historia!