
Hay caídas que no se notan de inmediato.
Son silenciosas, elegantes… envueltas en aplausos, cifras o logros.
Pero mientras todo brilla por fuera, el alma se va hundiendo lentamente por dentro.
En Ezequiel 27 y 28, vemos la historia de Tiro — una ciudad que lo tenía todo: éxito, belleza, poder y reconocimiento.
Hasta que su brillo la cegó.
Y en 2 Pedro 2, encontramos a los líderes que olvidaron su llamado por mantener su influencia.
El resultado fue el mismo: naufragaron en medio de su propia grandeza.
🧠 Desde la neurociencia espiritual:
El éxito activa placer, pero también puede desconectarte del propósito si tu identidad depende de los resultados y no de la relación con Dios.
💭 “El éxito sin propósito es solo un barco hermoso rumbo al naufragio.”
🎧 Escucha este episodio y deja que el Espíritu Santo te enseñe a celebrar el brillo sin perder la brújula.