
No todas las caídas son ruidosas.
Algunas suceden en silencio…
cuando sigues sirviendo, pero ya no escuchas;
cuando hablas de fe, pero ya no sientes;
cuando oras, pero ya no te conmueves.
En Ezequiel 25 y 26, Dios confronta a las naciones que se habían vuelto insensibles:
autónomas, confiadas, seguras en sí mismas,
hasta que el silencio de su corazón reveló su distancia del Creador.
Y en 2 Pedro 1, Pedro enseña el antídoto:
seguir creciendo, seguir añadiendo, seguir cultivando la fe.
🧠 Desde la neurociencia espiritual:
el alma, como el cerebro, muere cuando deja de aprender,
y revive cuando vuelve a conectarse con la fuente.
💭 “El alma más peligrosa no es la que cae,
sino la que se apaga sin notarlo.”
🎧 Escucha este episodio y deja que el Espíritu reactive tu sensibilidad,
para que no vivas en modo automático,
sino encendido por la presencia de Dios.