El Evangelio de Mateo es el primero de los cuatro evangelios del Nuevo Testamento. Tradicionalmente se atribuye a Mateo, uno de los doce apóstoles de Jesús, que antes fue recaudador de impuestos. es una obra profundamente estructurada y teológicamente rica. Su mensaje central es que Jesús es el Rey prometido, el Mesías que trae salvación, no solo a los judíos, sino a todas las naciones. De hecho, termina con el envío: “Vayan y hagan discípulos a todas las naciones” (Mateo 28:19).