
Un sistema colonial quebrado, la apertura de la brecha entre peninsulares y criollos, el comienzo de una serie de críticas a la corona por medio del pensamiento ilustrado y las ciencias útiles que ella misma había introducido, el surgimiento de los primeros semanarios o periódicos y la creación de grupos de tertulias en los cuales se comenzaba a discutir el estado de las cosas como la administración virreinal y los acontecimientos que acaecían en Europa, esas fueron las condiciones en las cuales se gestó una supuesta conspiración criolla que desencadenaría la furia de la corona española en 1794.