
En las postrimerías del siglo XVIII previo al proceso de Independencia, se desencadenó una de las protestas populares más grandes y fuertes con la que tuvo que lidiar la corona en el territorio del Virreinato del Nuevo Reino de Granada; La Insurrección Comunera. Un movimiento que abocó a las gentes de las diferentes provincias bajo un mismo lema; ¡Que viva el Rey, muera el mal gobierno!