
Dicen que los arquitectos construyen para vencer a lamuerte.
Pero la historia demuestra que, a veces, la muerte termina construyéndolos aellos.
Borromini, Gaudí, Saarinen, Le Corbusier, Kahn y Hadiddejaron más que edificios: dejaron epitafios construidos de su vida. Cada unotrazó su destino con la misma precisión con la que dibujó sus planos. Susmuertes no fueron un final, sino una extensión de su obra: actos finales dondeel tiempo, la obsesión y el cuerpo se funden con la materia.
Este episodio recorre las circunstancias de esas muertes, nodesde el morbo, sino desde la pregunta esencial: ¿hasta qué punto laarquitectura puede sobrevivir a quien la crea?
Entre la tragedia y la eternidad, cada historia revela algo distinto: la fe, laambición, el aislamiento o la entrega total a una idea.
Seis arquitectos. Seis muertes que parecen escritas por laarquitectura misma.
Un viaje a través del tiempo, la creación y la fragilidad humana.
Porque, al final, toda gran obra es también un intento de dejar de morir.