
En este episodio de La arquitectura no es una caja, nos subimos a la máquina del tiempo para visitar el París del siglo XX que imaginó Julio Verne en pleno siglo XIX. Hablamos de cómo un escritor, rodeado de telégrafos, locomotoras y vapor, se adelantó más de cien años para intuir trenes magnéticos, redes de comunicación global y hasta algo que suena demasiado a internet. Pero también de cómo su mirada estaba atada a su época: tecnologías mecánicas para resolver problemas que hoy resolvemos con algoritmos, IA y mundos digitales. Un capítulo para pensar cómo imaginamos el futuro… y cómo, inevitablemente, nos quedamos cortos.