Vivir pensando en el pasado, en lo que fue y ya no es, eso no lo puedes cambiar, te genera depresión.

Vivir pensando en el futuro, en lo que podría ser, pero todavía no es,  te genera ansiedad.

En ninguno de los dos escenarios podrás sentirte pleno y feliz. Ambos están fuera de tu control.

Vive el Presente, aquí y ahora, aprecia y valora lo que ya tienes. Esto si está bajo tu control. Es tu elección.

Abraza cada minuto de tu vida que es irremplazable.