
No se trata solo de transformar lo negativo en positivo,
sino de reconocer que incluso en los momentos más incómodos hay pistas de quiénes somos y hacia dónde vamos.
A veces, los silencios, las pausas y hasta los rechazos… nos dan la oportunidad de volver a empezar, pero con más claridad.
Hoy, más que nunca, tengo esa claridad.
Y me emociona muchísimo todo lo que viene.