
Salmo 1:1-4,6
Qué alegría para los que no siguen el consejo de malos, ni andan con pecadores, ni se juntan con burlones, sino que se deleitan en la ley del Señor meditando en ella día y noche. Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen. ¡No sucede lo mismo con los malos! Son como paja inútil que esparce el viento.
Preguntas
En qué fuentes estamos alimentando hoy nuestro matrimonio: en la Palabra de Dios o en los valores del mundo?
Qué tipo de fruto estamos dando como pareja: paz, fidelidad, paciencia… o egoísmo y distancia?