
En este episodio de Jugando al Juego, te invito a mirar tus relaciones como el escenario perfecto para tu despertar. En estos tiempos donde estamos recordando quiénes somos, no podemos hacerlo solos. Despertamos a través del otro. A través de ese vínculo que incomoda, que duele, que exige… pero que en realidad solo refleja tu propia relación con vos mismo.
Cada conflicto que tenés con otro es un eco de tu guerra interna. Cada enojo, cada reclamo, cada exigencia… es el niño herido que aún vive en vos, buscando ser visto, escuchado, sostenido. Y cada vez que culpás o señalás al otro, te estás alejando de esa parte tuya que más necesita amor.
Este episodio es una invitación a dejar de pelear con tus vínculos y empezar a comprender que el otro no viene a dañarte, viene a mostrarte lo que creías sanado y aún duele. Viene a revelarte las expectativas que seguís proyectando y que solo vos podés atender.
Cuando dejás de culpar, dejás de vivir como víctima. Y en ese momento, empieza la transformación real. Porque el otro, en su imperfección, es tu gran maestro.
Dale play y regalate este espacio de verdad.