
En un pueblito alejado, tras unas cuántas desapariciones de aldeanos y animales, muy poco se preocuparon en el pueblo. Hasta que desapareció la hija del alcalde, uno de los aldeanos fue a la ciudad más grande para pedir auxilio a la Iglesia de Sarenrae y gracias a unas generosas donaciones por parte de este alcalde, es que han decidido que un grupo de intrépidos acólitos vayan a investigar.-¡La bruma se los lleva!, ¡tenemos miedo, le rezamos a la diosa pero, todas las oraciones son en vano.!--¡Mi perrita se fue al pantano y nunca más regresó!, su nombre es manchita--Mi mujer me engañó con el panadero estoy seguro que fue por esos susurros en las brumas, ¡Yo le creo!, ¡por favor ayúdennos a eliminar este mal!-