
¿Qué haces cuando sientes que ya no tienes nada más que dar?
En 1 Reyes 17, una viuda entregó lo poco que tenía… y Dios multiplicó lo imposible.
A veces lo que más necesitas es atreverte a soltar lo que te falta o lo que ves como muy poco.
Porque cuando obedeces, Dios multiplica.