
A veces puedes estar en la mesa correcta, rodeado de la gente correcta, y aun así tener un corazón que no está bien.
En este mensaje hablo sobre cómo Judas caminó con Jesús, lo escuchó, lo vio hacer milagros… pero su corazón no estaba sano.
Un corazón conforme al de Dios no se forma de la noche a la mañana; se moldea en las temporadas, en las pruebas y en cómo respondemos a ellas.
Dios no busca perfección, busca corazones que se rinden.