
Nada más pesado que llevar injusticias, nada más doloroso e impotente es cargar injusticias que nos llegan sin esperarlas. Desmoronando todo aquello que creíamos estable.
Un gran ejemplo es José que ante la cantidad de injusticias que recibió, nunca dejó de creer en quien lo acompañaba.. Su Dios, Nuestro Dios..