
Sin duda, el empleo tiene beneficios positivos para las mujeres. El aumento de la conciencia, la especialización como empleo, la autoconfianza debido a la presencia social y la independencia financiera, la percepción, el fortalecimiento del estatus social y en ausencia de presión por múltiples roles, frescura y vitalidad.
Además de las consecuencias anteriores, las mujeres piadosas y virtuosas pueden usar sus bienes personales para hacer buenas obras como la caridad, el culto, dar el zakat y el quinto, la peregrinación a lugares santos, que brinda una vitalidad espiritual. Sin embargo, también debemos hablar de las consecuencias negativas del empleo, que se pueden discutir en tres áreas