
El transporte público es eficiente. Las ciudades deberían priorizar su uso. Pero, ¿qué pasa cuando no responde a las necesidades de las personas que lo tienen que usar? Dulce Maria, trabajadora del hogar mexicana, nos habla de cómo el auto de su hermano le cambió la vida, no solo por poder viajar mucho más rápido a su trabajo, sino porque ahora es mucho más cómodo viajar con su hijo. Ella nos lleva a pensar en la importancia del transporte público de calidad, para que el automóvil no se convierta en la opción. Sus soluciones al final del episodio.