
El efectivo en las empresas es mucho más que un recurso operativo: es una herramienta estratégica. Permite enfrentar imprevistos, sostener el crecimiento y adaptarse en cada etapa del ciclo empresarial. En contextos de incertidumbre o acceso limitado al crédito, contar con caja no es ineficiencia, sino preparación inteligente.
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