
La lechuga tiene su lugar ganado como reina de las ensaladas. Los argentinos comemos aproximadamente 19 kilos por habitante por año, cifra que la ubica como la tercera hortaliza más consumida después de la papa y el tomate. Siempre la asociamos como un cultivo fresco para comer en verano, pero, ¿qué sucede con la producción, consumo y precios de la lechuga durante los meses del invierno?