
La herida primaria o el niño herido es la distancia que hubo entre lo que legítimamente necesitabas, y lo realmente tuviste. Reconocer y trabajar esta herida primaria es cortar la herida transgeneracional.
Ningún mamífero necesita de sus padres en su vida adulta. Lo que tenemos en nuestra vida adulta es dependencia emocional y la volcamos en la pareja, en los amigos, en todos nuestros vínculos. Cuando ha habido mucha violencia explicita es más fácil de identificar. Mientras esta violencia sea más sutil o psicológica es más difícil de identificar y por ende es más difícil de trabajar.
Vamos a maternarnos
Queremos agradecer de corazón a Yvonne Laborda creadora de Dar voz al niño, de la cual aprendimos todo lo que hoy pudimos compartirles. Vayan y sigan su contenido, les cambiara la vida como a nosotras.
Gracias por estar aqui!! ♡