Durante más de una década, Rosario fue la capital del crimen de Argentina. Mientras las bandas se disputaban el control del tráfico de cocaína, las guerras territoriales a menudo dejaban a transeúntes inocentes en medio del fuego cruzado.
El gobierno provincial elegido en 2023 se propuso cambiar esa situación y, según sus informes, los homicidios, robos y otros delitos se encuentran en mínimos históricos. Sin embargo, los residentes de los barrios más pobres que rodean la ciudad afirman que la paz que reflejan los datos no ha llegado a sus barrios, azotados por las bandas. Estas son sus historias.
La otra cara de la cifras de seguridad en Rosario, desde el terreno | Escrito por Christopher Newton y leído por Daniel Reyes.
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