
Omar Mora de Blackberry Cross propone que la corrupción se considere el noveno desperdicio dentro de los sistemas de excelencia operacional y de negocio. Argumenta que la corrupción, definida como la alteración y degradación de algo, afecta sigilosamente a las organizaciones, aumentando tanto el desperdicio como el riesgo. Tras repasar los ocho desperdicios tradicionales en el marco de Lean Manufacturing o Lean Six Sigma (representados por el acrónimo DOWN TIME), se presenta la corrupción como un desafío transversal que exacerba estos otros desperdicios. Se ofrecen ejemplos de corrupción intencional y no intencional en diversos contextos, desde procesos complejos que motivan la alteración hasta actos deliberados para manipular métricas o favorecer proveedores. Este epidosio enfatiza que la corrupción, independientemente de su legalidad o intencionalidad, es un desperdicio que erosiona la confianza, incrementa costos y desvía recursos, sugiriendo que los departamentos de mejora continua deberían abordar activamente este problema.