
En este episodio me acompaña Grecia Riveros, una persona muy importante en mi vida y la primera con quien hablé abiertamente sobre mi tartamudez.
Hablar y compartir sobre la tartamudez puede ser profundamente beneficioso para quienes tartamudeamos, pues nos permite naturalizar y normalizar este aspecto de nuestra vida. Sin embargo, dar ese paso también puede ser desafiante y retador.
Yo, siendo una persona con tartamudez, sentía mucho miedo de abrirme por primera vez. Pero en este episodio, Grecia comparte cómo también tuvo dudas y preguntas: se preguntaba si realmente estaba siendo un apoyo positivo para mí, quería conocer más sobre la tartamudez y entenderme mejor. El cariño y el valor de nuestra amistad fueron tan fuertes que dieron lugar a un mayor entendimiento y apoyo.
Esa vulnerabilidad compartida nos permitió descubrir que nuestra amistad era sólida, y que mis miedos eran solo eso… miedos.
Gracias a esa experiencia, empecé a construir una red de apoyo que me acompañaría en mi camino con la tartamudez.