Dios nos llama a ser partícipes de su amor siendo partícipes de su sufrimiento, de su sacrificio. Cuando sacrificas cosas por amor a Dios, te tomas la fe más en serio.

"El que me sigue no anda en tinieblas" dice el Señor. Las enseñanzas de Cristo no tienen comparación, son superiores a las de cualquier otro.Aquí encontrarás algunas reflexiones para ser más como Jesús, como el Maestro, a la luz de la fe Católica.