
“Me agrada más la paciencia en la adversidad que la devoción en la prosperidad” nos dice Cristo. Si pecamos, pedimos perdón a Dios y seguimos adelante. No dejes que tus acciones te detengan, Dios sólo te pide una cosa: que no te rindas.
Soy Adrián y quiero compartirte un par de reflexiones que me voy encontrando en libros sobre espiritualidad católica, todo para ser más como Cristo, nuestro Maestro.