
Cuando menos quieres rezar, es cuando más debes hacerlo. La comodidad es nuestro peor enemigo, y se derrota con disciplina y diligencia. Sólo así volveremos a ver a Dios.
Soy Adrián y quiero compartirte un par de reflexiones que me voy encontrando en libros sobre espiritualidad católica, todo para ser más como Cristo, nuestro Maestro.