En este servicio reflexionamos sobre la promesa que Dios le hizo a Abram:

“Haré de ti una nación grande y te bendeciré; engrandeceré tu nombre, y serás bendición” (Génesis 12:2).

A través de su historia descubrimos cómo la obediencia y la fe en medio de la incertidumbre son la clave para fructificar en cada área de nuestra vida. Dios no nos llama a mirar lo que perdemos, sino lo que ganamos cuando confiamos en Él.

Prepárate para renovar tu fe, creer en las promesas y entender que el fruto llega cuando damos el paso, aunque no veamos todo el camino.

¡Este mensaje es para ti!

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