
Jeremías no anduvo con rodeos. Le dijo a Dios exactamente cómo se sentía, y ¿sabes qué? Dios está de acuerdo con eso. Él quiere que descargues todas tus frustraciones en Él. Que no las descargues en tu cónyuge, tus hijos, tu jefe o algún blog en línea. Entrégale todo a Dios, porque Él lo puede manejar.