
Una vida equilibrada y balanceada es saludable. Dentro de la vida en la iglesia debe de existir un balance y equilibrio de ritmos y servicio. Pablo nos comparte en los versículos 8-11 del capítulo 1 un panorama con sus acciones en como debemos de mantener ese equilibrio y balance con el propósito de bendecir, confirmar y edificar a la iglesia de Cristo.