
Terminamos nuestra serie de Creciendo, Madurando y Evidencias de nuestra Fe. El anhelo de cada hijo(a) de Dios debe de ser parecerse cada día más a su maestro Jesucristo. Cada creyente debe de ser conformado a la imagen y semejanza de Cristo. El fruto del Espíritu Santo es la evidencia del desarrollo sano y saludable en la vida del creyente. Como pámpanos (ramas, sarmientos) Dios espera que llevemos fruto, mucho fruto. Dios nos ha enviado su Espíritu Santo para ayudarnos durante el proceso de santificación ir creciendo, madurando y dando mucho fruto. ¿Consideras que eres un creyente que evidencias fruto del Espíritu Santo? ?Que te impide crecer, madurar y llevar fruto?