
Jesús nos pidió que hiciéramos este ritual con pan y vino en memoria de él, pero también nos pidió que viviéramos cada día esperando su regreso que puede ocurrir en cualquier momento.
Los talentos representan las pertenencias materiales, las habilidades y los dones que Dios nos ha dado a cada uno para que los administremos en su nombre sabiendo que no son nuestros.