
La codicia, uno de los pecados causados por el descontento, es de los pecados que no alcanzamos a percatarnos de el, ya que es susurrante, para desear "solo un poco más", pero ese poco más no llega. En éxodo 20:17, Dios nos manda a No desear cosas ajenas, a ser agradecidos con lo que tenemos y aprender a ver que verdaderamente que en Él, estamos llenos. Síguenos y comparte esta palabra con alguien que necesita volver a poner a Cristo en el centro.