
A finales de 1948, un hombre apareció muerto en una playa australiana. No tenía identificación, y su cuerpo no mostraba signos de violencia ni presencia de toxinas. En su bolsillo, una nota que decía “Tamám Shud”. Lo inquietante vino después: un libro oculto con un código cifrado y ninguna pista clara sobre quién era o por qué murió.
Este episodio te adentra en uno de los misterios más desconcertantes del siglo XX. Un caso donde cada respuesta solo genera más preguntas.