
Hoy elegí el camino más difícil: el de emprender. No porque sea más cómodo, sino porque es el único que me permite ser libre, crecer a mi ritmo y levantarme por mis sueños, no por los sueños de otros. Ser emprendedor es caerse y levantarse mil veces, pero al final la satisfacción no te la quita nadie.
Si alguna vez has sentido que no encajas en tu trabajo, que tus talentos no se valoran o que simplemente quieres algo más para tu vida, te entiendo. Y quiero decirte algo: no tengas miedo. A veces, salir de un lugar que te consume es el primer paso para encontrarte a ti mismo.
Yo decidí no volver a ser empleado. Decidí apostar por mí. Y si tú estás escuchando esto, quiero invitarte a que también creas en ti, porque si no lo haces tú, nadie más lo hará.”