
Ante los desafíos que se hacen presentes, requieres una actitud sosegada y paciente. Es un ciclo de desacuerdos y situaciones complejas que exigen toda tu entereza y, sobre todo, tu confianza en el futuro. Lo más importante es no agravar los problemas, sino mantener la disposición de resolverlos.
La actitud ideal: sosegada y paciente mientras las tormentas declinan.
Las decisiones que tomes: pueden ser controversiales.
Lo inminente: crecer en tu mundo interior.
Lo que parte de ti: debe ser medido y calculado de manera cuidadosa.
Lo que llega: puede generar malestares de diversa índole.
Quien llega: te genera grandes cuestionamientos.