Aunque el nombre de julio proviene de un emperador, no podemos olvidar que mucho antes de eso, este mes ya era tiempo de celebraciones ligadas a los ciclos de la naturaleza. En el hemisferio norte, julio marca el momento en que la tierra corona sus esfuerzos; el calor madura los frutos, y ese proceso natural también se refleja en la vida humana.
Es un mes que favorece los logros, los resultados visibles y todo lo relacionado con lo económico y financiero. Un momento perfecto para ver frutos, cerrar ciclos y materializar lo que se sembró tiempo atrás.