
En este episodio me expongo de la forma más cruda y espontánea.
Bajo el efecto de los hongos, terminé reflexionando sobre mi papá, su vida marcada por la dureza y el sacrificio, y cómo hasta una simple foto de perfil puede convertirse en un símbolo profundo. Hablé del perro que adoptó, lo que representa para él y cómo me confronta como hijo.
También compartí una reflexión para todos aquellos hombres que no tuvieron papá presente: esa sensación inconsciente de “no soy suficiente, mi papá se fue por mi culpa”. Te digo claro: esa narrativa es una mentira. Tu valor no depende de lo que tu papá hizo o dejó de hacer.
Y cierro con una conclusión: no buscamos ser “buenos hombres” en el sentido de complacer o aparentar, sino buenos siendo hombres, integrando tanto lo luminoso como lo oscuro, aceptando nuestras polaridades y viviendo desde la conciencia.