
A los que caminan entre nosotros y aceptan, con naturalidad y sin culpa, que se les pegue a los niños, trabajadores y jubilados... les deseo que vean un ángel tan angelado, que no sepan qué hacer, más que cambiar sus convicciones por unas más humanas.
Que, al menos una vez en su vida, se enamoren hondo de un zurdo o una zurda. Y que esa zurda o zurdo les proponga casamiento y ellos acepten, rabiosamente enamorados, y también cambien sus convicciones por unas más humanas.
A los que apoyan que "papá estado" no intervenga en la vida de ningún amigo necesitado, les deseo tener hambre, sueños, o dolor en el pecho y que "papá estado" les tienda una mano; entonces no les quedará otra alternativa que cambiar sus convicciones por unas más humanas.
A los que creen que es normal ver a personas comiendo de la basura, durmiendo en la calle, o pidiendo un billete a la salida del supermercado, les deseo un sueldo tan alto y una empatía tan grande, que les alcance para darle a cada uno una parte, y así cambiar -una vez más- sus convicciones por unas más humanas.
No les deseo ni la muerte, ni el golpe en vida.
Les deseo la conmoción y la ternura absoluta.
Que el pecho se les abra tanto, que no tengan más remedio que "sentir" en lugar de "especular".
Y ahí recién, quizá, podremos hablar de Justicia Social. Cuando todos los corazones se hayan ablandado, voten al partido de los sueños, y hayamos reparado, una por una, todas las alas de los colibríes heridos.
🎶 En este día, y cada día. 🎶
🖊️ Agustina Ferrand