
Los recientes descubrimientos de la biología molecular nos demuestran también la maravillosa obra de Dios en su creación.
Antes de que el ser humano comprendiera esta ciencia, la Biblia ya se refería a muchos aspectos básicos de la biología y de la química con miles de años de anticipación.
1.Clasificación genética.
En 1735 el naturalista sueco Carolus Linnaeus desarrolló un sistema de clasificación para los organismos vivos, que se conoce como la nomenclatura binomial o sistema de clasificación linneana.
Este sistema consiste en dar a cada especie un nombre científico compuesto por dos términos, el primero indica el género al que pertenece y el segundo es el epíteto específico que lo distingue dentro del género. Por ejemplo:
Canis lupus: el nombre científico del lobo. Canis es el género al que pertenecen los perros, mientras que lupus significa "lobo" en latín y es el epíteto específico que lo distingue dentro del género.
Felis catus: el nombre científico del gato doméstico. Felis es el género al que pertenecen los felinos y catus significa "doméstico" en latín y es el epíteto específico que lo distingue dentro del género.
Panthera leo: el nombre científico del león. Panthera es el género al que pertenecen los grandes felinos y leo significa "león" en latín y es el epíteto específico que lo distingue dentro del género.
Pinus sylvestris: el nombre científico del pino silvestre. Pinus es el género al que pertenecen las coníferas y sylvestris significa "silvestre" en latín y es el epíteto específico que lo distingue dentro del género.
Este sistema de clasificación es ampliamente utilizado hoy en día por los científicos y es considerado uno de los mayores logros de Linnaeus en la biología.
La nomenclatura binomial permite una comunicación más precisa y eficiente entre los científicos alrededor del mundo, al establecer un lenguaje común para la identificación y descripción de las especies.
La Biblia definió la clasificación biológica "según su género y especie"
Génesis 1: 11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así. 12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno. 13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie. 22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra. 23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto. 24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie. Y fue así. 25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.
Aun más, cuando Dios requirió a Noé que trajera al arca una pareja de animales según su especie para preservarlos, nos demuestra que sólo podrían reproducirse "según su genero y especie“