
COMO EL AMOR DE DIOS
En la Biblia, encontramos varias referencias que describen el amor de Dios utilizando la figura materna. Aunque la mayoría de las referencias bíblicas presentan a Dios en términos paternos, también se emplean metáforas maternas para ilustrar su cuidado, protección y ternura hacia su pueblo.
Isaías 66:12 Porque así dice el Señor:
«Hacia ella extenderé la paz como un torrente,
y la riqueza de las naciones como río desbordado.
Ustedes serán amamantados, llevados en sus brazos,
mecidos en sus rodillas.
En este pasaje, Dios habla de su cuidado y bendición sobre Jerusalén. Promete un río de paz y prosperidad que fluirá hacia la ciudad. Esto simboliza la abundancia y la provisión divina que Dios desea otorgar a su pueblo. Además, se destaca que las riquezas de las naciones también fluirán hacia Jerusalén, lo que indica una bendición y reconocimiento por parte de otras naciones.
13 Como madre que consuela a su hijo,
así yo los consolaré a ustedes;
en Jerusalén serán consolados».
H562אֵם ’ ēm
El versículo 13 destaca el amor y el cuidado de Dios al comparar su consuelo con el de una madre hacia su hijo.
Aquí, Dios promete consolar a su pueblo en Jerusalén, brindándoles consuelo y apoyo en tiempos de dificultad.
Un pasaje conocido que utiliza la figura materna para describir el amor de Dios se encuentra en
Isaías 49:15 ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho, y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella lo olvidara, ¡yo no te olvidaré!
Aquí, Dios compara su amor y preocupación por su pueblo con el amor inquebrantable y el cuidado de una madre hacia su hijo.
Otro pasaje se encuentra en
Oseas 11:3-4 "Con cuerdas humanas los atraje, con lazos de amor; fui para ellos como quien alza una yugo de sobre sus quijadas, y me incliné para alimentarlos. Pero ellos no sabían que yo les cuidaba."
Este pasaje describe a Dios como una madre que cuida y alimenta a sus hijos, a pesar de la falta de reconocimiento y aprecio por parte de su pueblo.
Génesis 3:16 A la mujer le dijo:
«Multiplicaré tus dolores en el parto,
y darás a luz a tus hijos con dolor.
Desearás a tu marido, y él te dominará».
En este versículo, Dios está hablando directamente a la mujer, Eva, y anuncia tres consecuencias específicas debido a su desobediencia.
En primer lugar, se menciona que los dolores en los embarazos se multiplicarán. Esto implica que el proceso de dar a luz sería más doloroso y difícil como resultado del pecado.
En segundo lugar, se dice que la mujer dará a luz los hijos con dolor. Esto indica que el acto mismo de dar a luz se acompañará de sufrimiento físico y dolor.
En tercer lugar, se menciona que el deseo de la mujer será para su marido, y él se enseñoreará de ella. Esto ha sido interpretado de diversas maneras, pero generalmente se entiende como una descripción de una relación de autoridad y dominio del marido sobre la esposa.
No obstante, es importante destacar que esta interpretación no debe ser utilizada para justificar la opresión o el maltrato hacia las mujeres, sino más bien como una descripción de la dinámica caída en las relaciones humanas.
Es importante considerar que este pasaje refleja las consecuencias del pecado en la vida de Adán y Eva, y no representa necesariamente el diseño original y perfecto de las relaciones entre hombres y mujeres según la voluntad de Dios. A lo largo de la Biblia, encontramos enseñanzas que promueven el amor, el respeto y la igualdad en las relaciones maritales.