
Un hecho inédito en la historia política chilena que se convirtió en un misil directo a la administración del presidente Gabriel Boric, que se jactaba de ser un gobierno feminista y que, a medida que se conocían detalles del caso, dejó al descubierto un pobre manejo de la situación. Acoso a la víctima, posible abuso de poder, utilización de recursos públicos y personal policial son parte de una trama de múltiples alcances.