
Hoy quiero hablarte de algo que silenciosamente apaga la felicidad de muchos: compararse con los demás.
Vivimos en un mundo donde parece que todos tienen más: más éxito, más belleza, más oportunidades, más reconocimiento.
Y sin darnos cuenta, empezamos a medir nuestra vida con la regla ajena.
Cada vez que miramos las redes o escuchamos las historias de otros, nos convencemos de que lo nuestro no es suficiente.