
El Monasterio de San Antonio de Padua, un antiguo lugar de culto en lo profundo de Europa, es conocido por más que su historia religiosa. Desde el siglo XV, la leyenda del fantasma de un monje llamado Fray Bernardo ha aterrorizado tanto a los monjes como a los visitantes del monasterio. Se dice que el espíritu inquieto de este monje, que murió en extrañas circunstancias en la cripta, deambula por los pasillos y claustros en las noches más oscuras. A menudo se le ve orando en la capilla o caminando lentamente por el claustro, con su figura encapuchada y un frío helado que acompaña cada uno de sus pasos. Susurros, lamentos y la sensación de ser observado son parte de las experiencias que han vivido aquellos que se han atrevido a explorar los rincones más oscuros del monasterio.