
Lo primero que cabe destacar es que el vino, a lo largo de la historia, ha estado muy bien considerado por la alta sociedad, siendo testigo imprescindible en cualquier acontecimiento o banquete de importancia y alrededor de él se han firmado los grandes tratados y acontecimientos históricos.
La historia nos cuenta que el vino se produjo por primera vez durante el neolítico, la bodega más antigua conocida, datada en el año 6000 a. C., que se sitúa en Armenia donde se encontraron algunas herramientas para ayudar a la producción de vino.