Existen momentos en la vida donde nos dejamos llevar por diferentes situaciones, por querer agradar en algún sitio o en alguna posición social, pero hasta dónde debemos llegar con tal de ser aceptados; qué tanto estamos dispuestos a aceptar con tal de sentir que encajamos en algún sitio. Tal vez es necesario hundirnos para poder entender que podemos ser aceptados solo con ser nosotros mismos, sin apariencias ni mentiras.