
Esta semana, Miguel Ángel Román se ha hecho viral con un clip en el que hablaba sobre lo absurdo que resulta hablar del saldo arbitral. Pero sólo hace falta ver un partido de Madrid y Barcelona para darse cuenta de la diferencia abismal del trato que reciben. ¿Por qué ser un mercenario a sueldo de intereses oscuros cuando puedes limitarte a ser bueno en tu trabajo?