
El sacerdote también necesita una red de apoyo: no es un héroe solitario, es un hermano que camina con su comunidad.
Cuando lo acompañamos, le recordamos que no carga solo con el peso de su misión, que su corazón también merece cuidado.
Apoyar a un sacerdote es, en el fondo, cuidar el don de Dios que él lleva para todos nosotros. 🙏❤️