Claudia Sheinbaum dice que si tú criticas al gobierno… es porque te pagan. Así, sin pruebas, la presidenta de México aseguró que las tendencias en redes sociales en su contra son pagadas y que hay “oscuras fuerzas” manipulando a los jóvenes. Es decir, si eres un ciudadano que exige medicinas, justicia o seguridad… el gobierno cree que lo haces por dinero. Mientras tanto, se organiza una manifestación nacional convocada por la Generación Z —los jóvenes que crecieron conectados, que no le temen al poder y que no necesitan permiso para hablar. Sheinbaum y Morena los minimizan, dicen que “los jóvenes no votan”. Pero esos mismos jóvenes están demostrando que el verdadero cambio no vendrá de los viejos políticos… sino de una nueva generación harta de mentiras. En este episodio te cuento tres historias que lo explican todo. La primera, el cuento del reloj, sobre un pueblo que tuvo que decidir si dejar el poder a los viejos o confiar en los jóvenes. La segunda, la historia del titiritero, que muestra cómo quienes acusan de manipular… son los que más manipulan. Y la tercera, el recuerdo del Chupacabras, ese viejo truco del poder para distraer a un país entero. Porque mientras Sheinbaum ordena investigar las críticas en redes, los verdaderos problemas del país siguen sin atención. No hay medicinas en los hospitales, la violencia se desborda, y los políticos de Morena siguen aliados con el crimen organizado. Pero el enemigo, según ella, son las tendencias de Twitter. Lo más absurdo de todo es que la presidenta parece creer en sus propios fantasmas. Se inventa conspiraciones, enemigos imaginarios, y montajes mediáticos para no aceptar la realidad: México no está enojado porque le paguen. Está enojado porque lo traicionaron. Y mientras Sheinbaum se aferra a su fantasía de control, los jóvenes le están diciendo al poder lo que nadie se atrevía a decirle: “Ahora… es nuestro tiempo.”