He ahí el dilema.
Porque, claramente, no es lo mismo.
Vivimos en una época de puro show.
Pura espuma.
En las redes abundan adultos queriendo llamar la atención como niños.
Mirame mirame mirame mirame.
Y se perdió la magia.
El misterio.
Y el chiquilín que miraba de afuera, como decía el tango.
Si me mostrás, así nomás, pierdo el interés de ver.
SI me sugerís, quizá generes mi deseo.
Las reglas de mercado dicen qué conviene hacer con tu marca y qué no, pero al final de la jornada, la palabra final es tuya.
Imprimir de personalidad a tu negocio, inyectarle un ADN es una tarea minuciosa.
Un camino lleno de detalles y decisiones.
En este episodio te comparto una charla que tuve con una colega.
Y el insight que disparó.
Si tenés un negocio seguro te suma.
Te veo en https://carosiri.com/
IG @carosiri